lunes, 19 de abril de 2010

No tengo la voz triste.

No tengo la voz triste y tengo una vida de la cual hablarte.

Ahora puedo hablarte del Amor, del desamor, de la vida
y de todas esas cosas que solias hablar y las cuales
solo podia escuchar.

Ahora soy una mujer de la cual te hubieras enamorado,
la mujer en la cual hubieras encontrado paz.

Ahora soy la que buscabas en aquel entonces;
Miento, ahora la juventud de mi cuerpo se ha ido,
me sigue faltando algo.

Lo que tenia perdi,
y lo que me faltaba adquiri.

Que ironia.

No hay comentarios: